Resistencia Española: Las Juntas, El Consejo y Las Repercusiones en América:
La acefalía en que quedó el imperio español ante el cautiverio del rey legítimo, llevó a los súbditos de las diferentes ciudades de la península española a formar "Juntas de Gobierno", mientras durase la ausencia de Fernando VII. Tal comportamiento político se basaba en la doctrina de que en ausencia del Rey la soberanía vuelve al pueblo, para formar un gobierno provisorio. La necesidad de centralizar los esfuerzos de la resistencia, condujo a las juntas locales a formar la "Junta Central de Sevilla", y luego el "Consejo de Regencia ", radicado en la ciudad de Cádiz. La lucha contra el invasor fue realizada bajo la bandera del liberalismo.
El gobierno provisional introdujo, consecuentemente con su ideario, un conjunto de leyes y reformas, entre las cuales se cuenta la Constitución de 1812. Imbuido de ese espíritu, el Consejo de Regencia convocó a una reunión de todos los reinos que componían la monarquía (las "Cortes de Cádiz"), en las que se dio representación a las Juntas americanas. Se enviaron órdenes a América para que cada región designase diputados. Cuando llegaron las noticias de 1808, la reacción primera fue de indignación por la invasión y el cautiverio del Rey.
Pero luego se planteó un conflicto difícil de resolver: frente a la acefalía de gobierno ¿qué es lo que debe hacerse? El propio gobierno español alentaba a los americanos a autogobernarse, tal cual ellos lo estaban haciendo. Pero los funcionarios españoles radicados en el país y muchos criollos, no estaban tan convencidos de la legitimidad o conveniencia de adoptar ese curso de acción.
Luego de las dudas iniciales fueron definiéndose principalmente dos corrientes de opinión. Un sector se declaró como claramente monarquista, mostrándose partidario de mantener la obediencia a Virreyes y Gobernadores, en América, y al Consejo de Regencia en España. Conocidos como los "realistas", formaban parte de él los altos funcionarios administrativos y militares, la inmensa mayoría del clero, comerciantes y también algunos criollos. Un segundo sector, conocido como los "patriotas", propiciaba la formación de una junta gubernativa, esgrimiendo los siguientes argumentos:
Luego de las dudas iniciales fueron definiéndose principalmente dos corrientes de opinión. Un sector se declaró como claramente monarquista, mostrándose partidario de mantener la obediencia a Virreyes y Gobernadores, en América, y al Consejo de Regencia en España. Conocidos como los "realistas", formaban parte de él los altos funcionarios administrativos y militares, la inmensa mayoría del clero, comerciantes y también algunos criollos. Un segundo sector, conocido como los "patriotas", propiciaba la formación de una junta gubernativa, esgrimiendo los siguientes argumentos:
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Los dominios americanos pertenecían a la Corona y no a los españoles, por tanto, no tenían por qué obedecer al Consejo de Regencia, que era la voz del pueblo español.
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Por el cautiverio de Fernando VII, el poder había vuelto al pueblo y éste podía formar el gobierno provisorio que desease hasta el regreso del monarca.
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Las leyes españolas indicaban la forma de crear organismos de gobierno en ausencia del rey y las mismas provincias de España habían dado el ejemplo al establecer Juntas.
Es importante comprender que, al propiciar el establecimiento de Juntas de Gobierno, los criollos no estaban abrigando ilusiones separatistas. Solamente buscaban defender los derechos del rey legítimo y buscaban la aplicación de algunas reformas que satisficieran sus aspiraciones de cambio.
Deseaban, también, aprovechar la coyuntura para poner término a los abusos y problemas que aquejaban a las provincias hispanoamericanas desde antaño, mediante reformas como la que los propios españoles les instaban a adoptar. Pero el movimiento juntista mantenía la fidelidad al rey.
Sólo una pequeña fracción de criollos deseaba la independencia. Esta minoría no tuvo actuación política importante en este período y ni siquiera se atrevió a expresar resueltamente sus ideas.